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¿Por qué Serbia amenaza con abandonar la Eurocopa?

Serbia, Albania y Croacia protagonizan en Alemania 2024 un triángulo de tensiones geopolíticas que se hacen visibles en los estadios de la Euro y que se traducen en sanciones de la UEFA

Aficionados de Albania durante el partido de su selección ante Croacia en la Eurocopa de 2024, con símbolos que causan controversia en Serbia.

Después de las experiencias del Mundial de Rusia 2018, de la Eurocopa pandémica y multisede de 2020 (jugada en 2021) y de la Copa del Mundo celebrada en Catar en otoño de 2022, la Euro 2024 llegaba con la oportunidad de ser un torneo con un relato más futbolístico, con más debate táctico que lecturas geopolíticas y más acción sobre el césped que polémicas extradeportivas. Sin embargo, es inevitable que, cuando 24 selecciones europeas comparten un mismo ecosistema durante un mes, el contexto sea propicio para que salten chispas.

Horas antes de que su selección disputara el segundo partido de la primera fase, el secretario general de la federación serbia, Jovan Surbatovic, en declaraciones a medios de su país, amenazó con dejar la competición si no se sancionaba a Croacia y a Albania, cuyos hinchas, rivales en la jornada del miércoles, se unieron en un cántico que amenazaba con “matar al serbio”. “Lo que ha sucedido es un escándalo, y le pediremos a la UEFA que imponga sanciones, aunque signifique no continuar en la competición“, expresaba Surbatovic. Los Balcanes, terreno abonado a este tipo de situaciones, especialmente desde las guerras yugoslavas de los años 90, sigue siendo un cóctel que se agita a menudo en los campos de fútbol. Y eso, pocas horas antes de que los serbios se vean las caras con Eslovenia, el primer Estado que surgió de la disolución de Yugoslavia, en la reedición de un duelo que ya se pudo ver en la Eurocopa 2000 (momento en el que la entonces llamada selección yugoslava representaba a Serbia y Montenegro). Pero la federación serbia no ha sido la única que se ha quejado tras el partido. Desde Macedonia del Norte, también preparan un recurso ante la UEFA después de que el futbolista albanés Mirlind Daku cantara con su hinchada “Que le jodan a los serbios, que le jodan a los macedonios” tras el sufrido empate logrado por su selección ante Croacia.

LA UEFA YA HA IMPUESTO SANCIONES

Durante el partido que Serbia disputó ante Inglaterra, en la primera jornada de la fase de grupos, un comentarista de la televisión de Kosovo (territorio independizado de Serbia, con reconocimiento limitado, y de mayoría de etnia albanesa) dedicó el gesto del águila bicéfala a los hinchas serbios, una referencia a la ‘Gran Albania’, que incluye territorios que no forman parte del actual Estado albanés, pero que el nacionalismo reclama como suyos. Un punto de fricción y tensión con los serbios. Muchos recordarán ese símbolo en las manos de los futbolistas suizos Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka, que festejaron así sus goles en la victoria de Suiza sobre Serbia (2-1) del Mundial 2018. Xhaka, de ascendencia Kosovar, y Shaqiri, nacido en Kosovo y llegado a Suiza como refugiado de junto a su familia, recibieron la reprimenda de la FIFA. Ahora ha sido la UEFA la que ha actuado, para expulsar al periodista del torneo kosovar por “mala conducta”. El máximo organismo europeo parece decidido a cortar de raíz cualquier manifestación política que considere inapropiada en el contexto del campeonato.

La federación albanesa, sin ir más lejos, ya ha sido castigada con una multa de 37.000 euros por mal comportamiento de sus aficionados en el partido ante Italia, con el que abrían su paso por el torneo. Hubo bengalas, lanzamiento de objetos y “mensajes provocativos no aptos para un evento deportivo”. Entre ese tipo de mensajes, precisamente, una pancarta con el mapa de ese territorio albanés expandido, fuente de disputas con los serbios en varias ocasiones. La más sonada, en 2014, cuando un dron que irrumpió en un partido entre ambas selecciones portando la famosa bandera, lo que provocó una batalla campal sobre el terreno de juego.

Los serbios, por su parte, también han sido sancionados con 10.000 euros por una pancarta mostrada en la zona de los hinchas balcánicos desplazados a Gelsenkirchen para ver a su equipo jugar ante los ingleses, en la que se veía un mapa de Serbia con Kosovo como parte de su territorio, y el mensaje: “No nos rendiremos”. La UEFA, además, está investigando cánticos racistas por parte de seguidores serbios, algo que desde la federación del país, en este caso, consideran “hechos aislados”.


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Fotografía de Getty Images.