En la era en la que los futbolistas se tapan la boca hasta para darse los buenos días por miedo a que alguna cámara indiscreta les pueda leer los labios, tuvieron que aparecer las redes sociales para volvernos a enseñar a los profesionales tal y como son. A ellas tenemos que agradecerles momentos de sinceridad, de tender la mano, de hermandad entre rivales y, a veces, también un toque de humor. Estos son los cuatro nominados a Mejor Post de 2022, todos ellos de carácter distinto, pero con un mismo nexo de unión: los futbolistas o los clubes aparcan su cara más diplomática y previsible.
Nos gustan los futbolistas comprometidos y el centrocampista del Real Madrid, además de no tener pelos en la lengua en cuestiones deportivas y extradeportivas, resulta que también es una persona comprometida con la verdad. Cuando descubrió que la periodista de Mundo Deportivo Cristina Cubero lo había escogido como una de las decepciones del Mundial de Catar, el medio alemán tuvo a bien expresar, entre risas, que ya se olía que acabaría siendo el blanco de todas las críticas. Sobra decir que Toni Kroos, campeón del mundo en 2014, se retiró de la ‘Mannschaft’ en verano de 2021, por lo que no jugó ni un minuto del pasado Mundial. El lapsus de Cubero, rápidamente censurado por sus compañeros de El Chiringuito, podría haber pasado desapercibidio. Pero a Kroos siempre le ha gustado mucho entrar en juego.
Otro periodista, Gerard Romero, dejó en absoluto shock a su entrevistado, el delantero charrúa Luis Suárez, cuando interrumpió la conversación para ponerse a bailar una haka de forma bastante peculiar. Romero, estrella absoluta de Twitch con su canal de información y entretenimiento Jijantes, dejó al exazulgrana con una cara de absoluto desconcierto. Y es que para adentrarse en el mundo de Romero hay que tener algo de contexto. Cuando alguien se suscribe a su canal, él lo celebra con esta danza maorí tan vinculada históricamente a los All Blacks. Lo mejor no es la reacción de Suárez a los movimientos del periodista. Lo mejor es la carcajada que suelta el uruguayo cuando su interlocutor le cuenta que así se gana la vida en la actualidad. Un diez para ambos.
Un modesto club de Inglaterra (uno de los cientos de miles que pueblan el fútbol británico, para ser exactos) se preguntó cómo podía mejorar sus registros y prestaciones ofensivas gracias al Mundial de Catar. Vio que Erling Haaland descansaría durante el torneo (Noruega no se clasifició para la cita mundialista) así que se lanzó a por el atacante del City poco antes de que arrancara el campeonato, a ver si sonaba la flauta. No tuvo suerte el Ashton United FC, de la octava división, pero sí mucha repercusión la oferta que llegó a enviar al club dirigido por Guardiola, donde pedía formalmente aprovechar a Haaland durante las semanas que la Premier estaría parada. En el comunicado, por cierto, hablaban de una cesión de un mes, poniendo en valor que el futbolista lograría con esta experiencia mantenerse en forma. Unos cachondos.
Es la foto que podría haber subido cualquiera de nosotros. O ni eso. Porque seguramente habríamos apostado por un plano más sofisticado, o un filtro más sugerente, o una estancia más glamurosa, por aquello de aparentar en lugar de mostrar, sobre todo en verano. El caso es que la foto la colgó en Instagram un futbolista de Primera División, el centrocampista del Villarreal Manu Trigueros, a quien no le importó mostrarse con un plato de cocido y una buena botella de vino en la mesa. Menos es más, que diría aquel. Para qué un surtido de crustáceos en un yate en Saint-Tropez o un beef de oro en el restaurante del ‘trilero’ del Salt Bae, cuando puedes estar disfrutando, en tirantes, en tu casa de pueblo, y con los tuyos, de un señor manjar. Ídolo Trigueros. Un tío auténtico.